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Discurso de AMLO, Presidente de México en su 3er. Informe de Gobierno 2021

Por Tania Arizmendi

-Amigas y amigos:

-Mexicanas, mexicanos:

CxuNews / Hoy acaba de dar a conocer el Banco de México que las remesas de julio alcanzaron los 4 mil 540 millones de dólares. Es una cifra récord mensual. Aprovecho para recapitular: récord histórico en remesas; récord histórico en inversión extranjera; récord histórico en incremento al salario mínimo; récord histórico en no devaluación del peso; récord histórico en no incremento de deuda; récord histórico en aumento del Índice de la Bolsa de Valores; récord histórico en las reservas del Banco de México.  Está como para decir a los cuatro vientos, para presumir, decir a los tecnócratas neoliberales: “tengan para que aprendan”.

Agrego algo profundo y fundamental: el dinero de las remesas llega hasta abajo, a las familias y comunidades más pobres del país; estamos hablando de más de diez millones de envíos de 380 dólares mensuales (7 mil 600 pesos) en promedio por familia. Esta derrama de recursos, aunada a otra cantidad similar que se destina del presupuesto público a los distintos Programas de Bienestar, es la esencia de nuestra estrategia para enfrentar la crisis. En otras palabras, con esta inyección rápida y directa de recursos a las familias, se ha fortalecido la capacidad de compra o de consumo de la gente y con ello se ha podido reactivar pronto la economía. Todos los días, desde las 6 de la mañana, de lunes a viernes, realizamos en Palacio Nacional reuniones del gabinete de seguridad, integrado por las secretarías de Gobernación, Defensa, Marina y Seguridad, para recibir reportes del país sobre esta materia y tomar decisiones que permitan enfrentar los distintos delitos y garantizar la paz.

Fruto de este trabajo perseverante, conjunto de todos los días son los siguientes resultados: en el tiempo que llevamos en el gobierno se redujo el robo de combustibles, el llamado huachicol, en 95 por ciento; los homicidios, en 0.5 por ciento; el robo de vehículos, en 28 por ciento; el secuestro, en 18 por ciento; y así en casi todos los delitos del fuero común y federal. En suma, de 11 delitos considerados como de mayor impacto, solo tres han presentado aumentos; el feminicidio, que creció en 13 por ciento, y que posiblemente antes no se clasificaba como ahora; la extorsión, que aumentó en 28 por ciento, y el robo en transporte público individual, que creció 12 por ciento. El 27 de julio de este año, el INEGI dio a conocer el dato de homicidios registrados en 2020 que, como en 2019, refleja que ya se detuvo la tendencia ascendente en este delito e inclusive se ha logrado una pequeña disminución.

En vez de conseguir líneas de crédito para endeudar al país, como era la práctica neoliberal durante los periodos de crisis, nosotros optamos por intensificar el combate a la corrupción. Desde el primer año de gobierno logramos, entre otras medidas, eliminar la condonación de impuestos a grandes contribuyentes beneficiarios del influyentismo y se estableció en la Constitución la tipificación de la corrupción como delito grave (pues no lo era), sin conceder al inculpado la posibilidad de obtener libertad bajo fianza.

Ahora estamos mejorando nuestra recaudación de impuestos, procurando cobrar a grandes corporaciones nacionales y extranjeras que se las ingeniaban para no pagar sus contribuciones –lo que es lo mismo: para delinquir–  y gozar de impunidad. Hoy, la Hacienda Pública se está fortaleciendo en la medida en que impide los fraudes fiscales. Un dato: aun con la crisis por la pandemia del COVID-19, los ingresos del gobierno federal hasta el día de ayer sumaron dos billones 438 mil 557 millones de pesos, es decir, fueron 2.6 por ciento superiores en términos reales al mismo periodo del año pasado y 0.8 por ciento más que lo estimado en la Ley de Ingresos de la Federación para este año. Estoy obligado a informar, por ética y honestidad, que en los últimos dos sexenios los grandes contribuyentes se beneficiaron con condonaciones por 366 mil 174 millones de pesos y que solo 58 de ellos dejaron de pagar 189 mil 18 millones de pesos.

Ahora, por el contrario, no existe el ofensivo privilegio de la condonación, estamos cobrando deudas vencidas y no se tolera el fraude fiscal. Esto es posible cuando se actúa con integridad y honradez. Cuando se tiene autoridad moral y autoridad política. La mejor demostración de las ventajas de esta estrategia se advierte con claridad en el comparativo de costos, calidad y tiempo, entre la construcción que realizan los ingenieros militares del aeropuerto civil de Santa Lucía General Felipe Ángeles, y el fallido proyecto del aeropuerto de Texcoco. Esa obra, cancelada por decisión del pueblo, tenía un costo estimado, sin considerar otras pérdidas, de más de 300 mil millones de pesos; en contraste, el aeropuerto General Felipe Ángeles se construirá con menos de 80 mil millones de pesos; y aun sumando los 100 mil millones que costó la liquidación a empresas que mantenían contratos en el proyecto de Texcoco, obtendremos un ahorro de alrededor de 120 mil millones de pesos.

Por añadidura, la nueva terminal aeroportuaria será inaugurada antes que la proyectada en Texcoco; el aeropuerto General Felipe Ángeles comenzará a operar el 21 de marzo del próximo año, en tanto que la entrada en funciones del de Texcoco estaba programada para 2025, siempre y cuando alcanzara el presupuesto y se cumpliera con el tiempo estimado de construcción. En fin, es demostrable que no permitir la corrupción y la impunidad ayuda a liberar fondos para el bienestar y el desarrollo del país.

Al mismo tiempo que comenzamos a combatir la corrupción, se puso en práctica una política de austeridad republicana. En dos años y nueve meses hemos ahorrado un billón 400 mil millones de pesos en compras y contratos, reduciendo al mínimo el robo de combustible –el llamado huachicol– y disminuyendo drásticamente la defraudación fiscal y otras malas prácticas dañinas que proliferaban en la Hacienda Pública en el antiguo régimen. La austeridad, la cancelación de fideicomisos, de contratos leoninos y fondos que se manejaban de manera discrecional, deshonesta y en beneficio de minorías, también nos han permitido liberar más presupuesto en beneficio del pueblo.

Con esta fórmula de combatir la corrupción y gobernar sin lujo ni frivolidad hemos podido cumplir los compromisos de no endeudar al país, no aumentar impuestos, no subir los precios de los combustibles y, lo más importante, esta nueva política económica, fincada en la moralidad, nos ha permitido financiar programas sociales para el bienestar de nuestro pueblo, en especial, para los más pobres y marginados. Ya es una realidad la pensión universal para los adultos mayores, el apoyo a niñas y niños con discapacidad, la entrega de becas a estudiantes de familias pobres y la atención médica y los medicamentos gratuitos, programas que, por cierto, ya se elevaron a rango constitucional y están establecidos como derechos de observación obligatoria para quien esté en el gobierno.

Además de estas acciones, emprendimos desde el principio el apoyo al campo; se ayuda de manera directa con recursos económicos a productores y pescadores; se restablecieron los precios de garantía; se están sembrando árboles frutales y maderables en un millón de hectáreas; se entregan fertilizantes a todos los productores de Guerrero que suman 340 mil 460 personas, así como a otros 62 mil 536 de Puebla, Tlaxcala y Morelos; un millón 800 mil jóvenes han trabajado como aprendices con  una percepción de un salario mínimo, el Programa Jóvenes Construyendo el Futuro; no hemos dejado de pagar a médicos, enfermeras, soldados, marinos y otros servidores públicos; ; se canceló la mal llamada reforma educativa y 56 mil comités escolares formados por maestros, alumnos y madres y padres de familia ya reciben de manera directa el presupuesto para el mantenimiento de las escuelas.

No han faltado  los  libros de texto para el nivel básico y educación media superior y se trabaja en mejorar sus contenidos; están terminadas o en proceso de construcción 140 universidades públicas; hemos aumentado en nueve mil 370 las becas de posgrado e investigadores para llegar a un total de 125 mil 816 y recientemente se amplió al doble el número de médicos que recibirán una beca para cursar una especialidad en el país o en el extranjero; 85 mil 988 comunidades ya cuentan con conexión a Internet, el año próximo serán 122 mil y en 2023 la red cubrirá todo el territorio nacional; sigue en expansión el Banco del Bienestar, para el cual se han construido, hasta ahora, mil 064 sucursales, hay 368 más en proceso y en los próximos dos años tendrá cobertura hasta en las regiones menos comunicadas del país, con dos mil 700 nuevas sucursales; en materia de promoción cultural, hemos publicado 79 títulos de grandes autores, con cuatro millones 380 mil ejemplares gratuitos o a precios módicos; se incluye la colección “21 para el 21” con motivo de las conmemoraciones del México Independiente; están en construcción los parques culturales y ecológicos del Bosque de Chapultepec y del Lago de Texcoco.

En estos dos años y nueve meses de gobierno, hemos tomado decisiones trascendentes y consideramos que se ha trabajado con intensidad y en bien del pueblo. Por ejemplo, de los 100 compromisos que hice en el Zócalo el primero de diciembre de 2018 al tomar posesión, hemos cumplido la gran mayoría, 98 de 100 compromisos, solo tenemos pendientes dos: descentralizar el gobierno federal y conocer toda la verdad acerca de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa, y en eso estamos. Pero también hemos hecho muchas otras cosas que no estaban incluidas en ese listado de compromisos. Por ejemplo, terminamos el Tren Suburbano de Guadalajara y continuamos con el de Toluca a la Ciudad de México; rehabilitamos los aeropuertos de Tuxtla Gutiérrez, Chetumal y el aeropuerto capitalino; hemos invertido 34 mil millones de pesos en el mantenimiento de 40 mil kilómetros de carreteras del país; desde enero de este año se aplica en la frontera sur la misma política de estímulos fiscales que iniciamos en 2019 en la frontera norte; Chetumal ha vuelto a ser zona libre; se está limpiando de corrupción Conagua, Capufe, el Instituto Nacional de Migración, el SAT y las aduanas; se creó la Guardia Nacional, se han construido 189 cuarteles y ya se cuenta con 100  mil elementos para proteger al pueblo.

Las Islas Marías dejaron de ser penal y se convirtieron en el Centro de Educación Ambiental y Cultural “Muros de Agua-José Revueltas”; no hemos otorgado ninguna concesión minera; se implementó el Programa Nacional de Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas por la violencia; se reinstaló a todos los maestros despedidos por la imposición de la mal llamada reforma educativa y se están reparando daños cometidos a personas o familiares afectados por la corrupción neoliberal o por la violencia de Estado, como los casos de la Guardería ABC en  Hermosillo, Sonora, y Pasta de Conchos, en Coahuila; se mantiene el programa de protección a periodistas; se creó el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado; se inició la entrega de mercancías decomisadas en beneficio de comunidades pobres; se ayuda a los damnificados por inundaciones y otros fenómenos naturales tanto en México como en el extranjero; hasta ayer habíamos ofrecido 685 conferencias de prensa de 7 a 9  de la mañana de lunes a viernes; he visitado como presidente todos los estados del país; unos, cuatro veces y otros, hasta en 28 ocasiones.

Entró en vigor el nuevo tratado comercial con Estados Unidos y Canadá; se aprobó la nueva ley laboral para garantizar el voto directo y la democratización de los sindicatos; se aumentó, en los hechos, el reparto de utilidades, se terminó con la subcontratación y se redujo el costo de administración de las Afores; se ha basificado a 400 mil trabajadores de la educación; se han entregado puntualmente las participaciones federales y los recursos del presupuesto que por ley corresponden a estados y municipios; la independencia de los poderes Legislativo y Judicial y de la Fiscalía General de la República es una realidad; no se fabrican delitos ni se persigue o espía a opositores; la represión política ha dejado de existir y han quedado atrás las presiones del poder público a los medios para influir en su línea editorial; no hay escasez de alimentos, materias primas o combustibles; el sistema financiero funciona normalmente; solo ha habido 20 huelgas de trabajadores; las manifestaciones de protesta se han reducido al mínimo; los créditos del Infonavit y del Fovissste se entregan de manera directa a los trabajadores y no hay desalojos por causas injustas o deudas contraídas con estos organismos; ofrecimos asilo al expresidente Evo Morales y a sus colaboradores; no tenemos conflictos con ningún gobierno en el mundo; no se han violado los derechos humanos de migrantes. El caso excepcional de hace unos días, en que dos funcionarios de Migración patearon a un ciudadano haitiano, ese mismo día se atendió y fueron dados de baja y puestos a disposición del Órgano Interno de Control correspondiente. Se permitió la entrada a organismos internacionales para vigilar el cumplimiento de los derechos humanos en nuestro país.