Usuarios, Pueblos Indígenas y Electricidad”, Tema del Foro 22-A del Parlamento Abierto
Por José Luna
- Participaron especialistas, representantes ejidales y de pueblos indígenas, así como promotores culturales
- Diputadas y diputados de Morena, PAN, PRI, PVEM, PT y PRD formularon cuestionamientos
CxuNews / En el “Foro 22-A “Usuarios, Pueblos Indígenas y Electricidad” del Parlamento Abierto de la Reforma Energética, participaron diputadas, diputados, académicos, especialistas, representantes ejidales y de pueblos indígenas, así como promotores culturales.
El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), diputado Rubén Ignacio Moreira Valdez, expresó que el tema del foro es importante para la Cámara de Diputados y es de los más interesantes del Parlamento Abierto. “Nos va a servir a todos para hacer algunas aportaciones a este debate”.
Indicó que es cierto que la reforma de 2013 no habla de cómo solucionar estos conflictos con las comunidades y de la electricidad distribuida, pero tampoco lo hace la que se analiza en este Parlamento. “La presencia de las y los ponentes nos deja muchas cosas interesantes por reflexionar”.
Sistemas aislados deben incluirse en la reforma
Jaqueline Valenzuela Meza, fundadora y directora ejecutiva del Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental A.C-La Paz, Baja California Sur, consideró importante atender a los usuarios de los sistemas aislados que existen en Baja California Sur; es el único estado que cuenta con dos sistemas aislados que no están interconectados a la red del Sistema Eléctrico Nacional, pero tampoco están conectados entre sí.
El consumo de electricidad y la capacidad instalada se centra principalmente en el municipio de La Paz, con dos centrales de generación de la Comisión Federal de Electricidad y en el municipio de Comondú, donde hay otra central. Se calcula que en la entidad hay 63 comunidades que ascienden a una población de 4 mil 411 personas que siguen sin contar con el servicio de electricidad y no están conectadas a la red.
Planteó establecer un esquema de democratización de la energía, instalar techos solares en comunidades rurales con esquemas justos de financiamiento, implementar microredes comunitarias de generación de electricidad a cargo de cooperativas o ejidos para el fomento de actividades productivas, y crear entidades locales para el mantenimiento y sustitución de los sistemas de generación de electricidad en comunidades.
Es momento de aprobar la reforma eléctrica
José Abel Manuel Carrasco, ingeniero mecánico en térmicas hidráulicas y representante de ejidatarios de La Venta, Juchitán, Oaxaca, dijo que empresas transnacionales los discriminan y despojan de sus derechos y tierras al utilizar sus parcelas para generar energía eléctrica sin recibir un pago a cambio. Consideró que es tiempo de aprobar la reforma eléctrica. “Seamos considerados con las comunidades indígenas y campesinas y se repare el daño que han causado los proyectos eólicos”.
Detalló el problema que enfrentan los ejidatarios con la empresa española Acciona, que se niega a pagar el usufructo de las tierras para generar energía eléctrica a través del viento. “La empresa contrató dos mil 600 hectáreas en el ejido para construir un parque eólico con capacidad de 250.5 megawatts”, dijo.
Solicitó la intervención de los gobiernos Federal y estatal, de las y los diputados federales y estatales de todas las corrientes políticas para evitar que continúe el despojo de tierras y la violación de los derechos.
Definir en la ley a la generación distribuida
Manuel Gómez Herrera Lasso, director ejecutivo en Asociación Mexicana de la Industria Fotovoltaica A.C, expresó que en la iniciativa y en la discusión se ha hablado poco de la generación distribuida, no se ha dicho cuáles son las políticas públicas que se plantean para su instalación y operación; se ha mencionado, pero solo como paneles en los techos de casas y en el sector agropecuario. Es necesario definirla con claridad, pues es la generación de energía eléctrica a pequeña escala, menos de 500 kilowatts.
Además, precisó, es necesaria para suministrar electricidad a las comunidades alejadas de la red, entre las que se encuentran muchos pueblos indígenas y tiene múltiples ventajas, como es reducir las pérdidas de energía del sistema. En México se pierde alrededor del 15 por ciento de la energía que se transmite en la red.
Hizo votos por impulsar la generación distribuida de manera ordena y sin desatender la confiabilidad del sistema y regulando la calidad de los componentes y de la instalación. Puntualizó que la reforma de 2013 tiene áreas de oportunidad y se pueda trabajar de manera conjunta en pro de un abasto suficiente y confiable de energía, “pero creemos que no se requiere un cambio constitucional para lograrlo.
Queremos tarifas preferenciales y condonación de adeudos
Magdalena Morales García, activista y promotora cultural de Chiapas, dijo que los pueblos originarios exigen que se apruebe la iniciativa, porque “necesitamos que nos den una tarifa preferencial, un servicio de calidad, la condonación de adeudos, la renacionalización de la industria eléctrica y el litio.
Apuntó que la energía eléctrica es un derecho de todos los ciudadanos sobre todo de los pueblos originarios que son los que más han sufrido atropellos y pagan altos costos.
No es justo que la condonación se le dé a empresas transnacionales, mientras que los pueblos originarios han perdidos sus tierras y no reciben ningún beneficio. Pedimos a los diputados que pongan énfasis en esta iniciativa, agregó.
Es vital la participación de los pueblos
Mario Castillo Quintero, en representación de la Red de Pueblos y Energía de la Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio, argumentó que no es posible construir un sector energético justo, sustentable y democrático sin la participación de los pueblos y comunidades, “pero hemos sido dejados a un lado en esta discusión. La reforma eléctrica es urgente y necesaria, pero debe ser mejorada”.
Se debe, afirmó, reconocer y reparar la profunda deuda que el Estado tiene con los pueblos y comunidades, ya que el desarrollo de dicho sector “se ha basado en la explotación de recursos ubicados en gran medida en territorio de comunidades indígenas, campesinas y afromexicanas; sin embargo, los beneficios se han concretado en zonas urbanas y clases dominantes, mientras los impactos los sufren nuestras comunidades”.
Externó su preocupación de que la CFE esté a cargo de la ejecución de la transición energética. “Es inaceptable para las fuentes de energía renovables, pues la CFE tendría que tomar control sobre grandes extensiones de territorio, lo que multiplicaría e intensificaría los conflictos sociales; esta visión centralizada no tiene cabida en el momento histórico actual ni es conforme a derechos colectivos reconocidos por la Constitución ni en tratados internacionales”.
Que en la discusión de la reforma se privilegie la razón política
Carlos Manzo, consejero de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca, expresó que la reforma tiene que ser incluyente y no puede ser aséptica a todas las formas en que se han dado estos procesos en el país.
Celebró que uno de los objetivos de la iniciativa de reforma sea la lucha contra la corrupción, y confió en que ésta se refleje en la esfera de la Legislatura.
“Que la reforma se discuta con absoluta parcialidad en donde la razón histórica, jurídica y política estén por encima de cualquier estímulo económico; además, se deben fincar responsabilidades en notarios públicos involucrados en el ilegal proceso de privatización de tierras comunales que se da en el Istmo de Tehuantepec”, agregó.
Cuestionamientos de diputadas y diputados
El diputado Leonel Godoy Rangel (Morena) afirmó que la propuesta busca quitar del centro que la energía eléctrica sea una mercancía y se convierta en un derecho humano y los foros han servido y hoy queda claro que el sector social debe ser incluido en la redacción de la reforma eléctrica. Cuestionó sobre la diferencia de la propuesta del Ejecutivo y la que está ahora, en cuanto a los pueblos y comunidades.
La diputada Aleida Alavez Ruiz (Morena) preguntó ¿cuáles serían algunas propuestas para fortalecer los esquemas de empresas de generación distribuida en la discusión de un nuevo marco regulatorio? Y ¿si en el proceso de instalación de parques eólicos existió algún proceso de consulta con el Centro Nacional de Control de Energía?
La diputada Irma Juan Carlos (Morena), presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas y Afromexicanos, afirmó que comunidades enteras han sido despojadas de sus tierras para instalar las presas y compresas de la energía eléctrica y preguntó ¿qué más podrían comentar respecto a la iniciativa?
Por el PAN, el diputado Jorge Triana Tena consideró importante incluir la participación comunitaria, social y cooperativa de los pueblos. Inquirió sobre los sistemas intermedios que se puedan usar para tomar en cuenta todas las voces indígenas, de los poblados y rancherías para participar y producir su propia energía a bajo costo, y cuál será el impacto económico para estos sectores en caso de desmantelar toda la infraestructura privada que existe.
Del PRI, el diputado Rubén Ignacio Moreira Valdez mencionó que México es diverso, por lo que se debe hacer un esfuerzo para lograr atender los intereses de cada una de las comunidades. Preguntó sobre las intermediarias que se presentaron y no son la empresa que al final se contrató, sobre los diferenciales de la ganancia y lo que se paga, ya que es injusto que no se tome la plusvalía y el valor que tiene un terreno.
La diputada del PRI, Blanca María del Socorro Alcalá Ruiz, destacó que es importante la democratización de la energía, que su precio sea más accesible y camine hacia energías limpias. Cuestionó si la iniciativa da respuesta a los planteamientos de las comunidades energéticas y sobre los mecanismos para supervisión o sanción de precios justos, revisión periódica, participación de comunidades y consulta indígena.
El diputado Juan Carlos Natale López (PVEM) preguntó si consideran que la reforma de 2013 ha representado mayores beneficios para los usuarios habitantes de pueblos indígenas o si fueron perjuicios, cuáles fueron. ¿Consideran innecesario el fortalecimiento de la CFE sin importar que esto implique un impacto negativo directo en la calidad de vida de las y los mexicanos? ¿La reforma a la CFE será benéfica y conveniente para los pueblos indígenas?
El diputado Gerardo Fernández Noroña (PT) solicitó información sobre cuáles son las instancias que han acudido a pedir ayuda por el despojo de tierras que están padeciendo los ejidatarios de Oaxaca. Expresó que las energías eólicas y fotovoltaicas tienen preferencia absoluta y están consideradas dentro del paquete de energías limpias. Preguntó si existe una sistematización de los agravios en el Istmo.
El diputado Luis Ángel Espinosa Cházaro, coordinador del PRD, preguntó si es garantía que esta reforma significaría un beneficio para las comunidades indígenas cuando la redacción plantea una excesiva concentración de funciones y poder en CFE. ¿En qué medida verían los pueblos originarios en riesgo esta concentración? Y ¿se ve alguna diferencia respecto a la consulta y participación debido a que en alguno de los megaproyectos no se ha tomado en cuenta la opinión de los pueblos?
La diputada Elizabeth Pérez Valdez (PRD) indicó que para su grupo parlamentario lo más importante de la reforma será entender a la soberanía energética como el derecho de las comunidades a tomar decisiones sobre la energía y entendida como un bien común. Pidió conocer alguna propuesta que ayude a resolver las problemáticas en materia de acceso a la electricidad. Inquirió sobre las consecuencias en los tratados internacionales y, en materia de generación distribuida, de qué forma puede transformarse en un beneficio para las comunidades indígenas.
Respuestas de ponentes
Mario Castillo Quintero indicó que el peligro de los territorios trasciende con la reforma. Los conflictos que ya viven las comunidades contra los diferentes proyectos que se han instalado y se pretenden instalar “se agudizarían y se centraría todo en la CFE, en donde ya existe una conflictividad por todos los daños acumulados; una de nuestras mayores preocupaciones es la violación a los derechos territoriales de los pueblos indígenas”.
Añadió que en el proceso de la transición es vital incluir al sector social de las comunidades indígenas, afromexicanas o equiparables a los núcleos agrarios y comunidades urbanas en estado de vulnerabilidad y marginación para “poder tener nuestros propios procesos de generación comunitaria que sirvan para desarrollar los planes de vida colectivos, en acuerdo con las asambleas y comunidades y que no haya violencia política”.
Lo que se pide, si el objetivo es fortalecer a la CFE, subrayó, “es que no se abuse de ese poder que se le dará para violentar derechos colectivos y territoriales. Como pueblos y comunidades, le apostamos a seguir viviendo y ejerciendo nuestra libre determinación, una autonomía energética que permita la sustentabilidad”.
Jaqueline Valenzuela Meza señaló que la iniciativa comete el mismo error que se hizo en 2013 de no incluir a las comunidades de una forma horizontal.
En Baja California Sur, destacó, se han explorado diferentes perspectivas y propuestas ante los sistemas aislados que hay; por ello, se propone un esquema denominado “Comunidades energéticas”, que funciona en otras partes del mundo y pone en el centro a los participantes de las comunidades y fomenta la productividad.
Manuel Gómez Herrera Lasso afirmó que la generación distribuida es la que se requiere para atender las necesidades energéticas de comunidades alejadas de la red. Abundó que la discusión está en torno al beneficio que puede traer la generación distribuida a los pueblos indígenas y, por supuesto, “ellos tienen derecho a gestionar sus necesidades energéticas y va en la medida del alcance de los recursos naturales”.
Consideró importante que la generación distribuida sea tomada en la reforma para beneficiar a los pueblos indígenas y a todos los ciudadanos en la posibilidad de tener su derecho y libertad de aprovechar los recursos naturales y gestionar su propia energía.
José Abel Manuel Carrasco puntualizó que no se ha visto ningún cambio con la reforma energética de 2013 y consideró que se debería dar la oportunidad a los ejidatarios de instalar su propio parque eólico. Agregó que en ningún momento se les hicieron consultas para ello.
Magdalena Morales García afirmó que el movimiento de pueblos originarios en resistencia desde hace años hemos pedido tarifas justas. “Nuestra lucha es plantear nuestras necesidades y que se nos tome en cuenta”.
Respecto a la iniciativa de reforma, consideró que, si se vigilan los pasos de la Comisión, “tengo la esperanza de que sí nos podría ir bien, por eso pido que se nos incluya en esta reforma y sus beneficios”.
Carlos Manzo sugirió que la Semarnat realice un estudio de impacto ambiental a nivel regional. Agregó que no sería muy difícil saber cuáles han sido las consecuencias jurídico-agrarias en el establecimiento de los parques eólicos sobre tierras de propiedad social.
Consideró que así como están las condiciones, con o sin reforma, la iniciativa privada no puede garantizar la energía eléctrica a menos que se tengan redes privadas de distribución aérea, terrestre, subterránea. La accesibilidad a estas redes por parte del sector social debería ser incondicional.